Bélgica es un destino turístico hecho para aficionados a la historia y adictos al chocolate. Aunque es un país pequeño, jugó y juega un papel importante en la historia del mundo.
Hay más de 3.000 castillos para explorar, campos de batalla de las Guerras Mundiales y todos los museos imaginables. Bélgica tiene un millón de sitios para mantenerte ocupado durante el día, y después puedes relajarte en una de las 1,000 cervecerías y tomar una cerveza fría mientras saborea patatas fritas.
¿Y para terminar el día? ¡Todo el chocolate que puedas imaginar!