La leyenda de Aisha Kandisha
Aisha Kandisha es la protagonista de una leyenda de origen marroquí. Este personaje femenino y mágico habita los lugares húmedos como los mares, ríos, fuentes, pozos y pantanos.
La leyenda varía dependiendo de la región en la que nos encontremos, pero lo que parece claro es que se trata de un ser presentado con forma de mujer hermosa y seductora, con unos cabellos muy largos, un rostro angelical y con manos de carnero. Es capaz de embrujar a los hombres hasta que pierden el sentido, y una vez se enamoran de ella se transforma rápidamente en una anciana decrépita de pelo sucio, despeinada y una fiera y cruel mirada.
Algunas de las leyendas asociadas con su origen, hablan de una mujer que en realidad sí existió y se llamó así, Aisha Kandisha. En la primera de estas leyendas se trataría de una mujer del siglo XVI que se enfrentó valientemente a los portugueses cuando intentaron invadir la ciudad de Mazagan. Los invasores, mataron cruelmente a su familia y terminaron forzándola. En venganza, Aisha comenzó a usar su belleza para seducir a los soldados y después matarlos uno a uno. Todo parece apuntar que cuando terminó con la vida del ejército que mató a su familia, siguió con su nuevo estilo de vida.
Otra leyenda habla de una niña, la hija de Don Julián, un noble godo del norte de África encargado de ayudar a la invasión de la península por los musulmanes. Tarik ben Ziyab negoció con Don Julián para pasar por el estrecho, pero como no se fiaba de él, le pidió que dejara a su hija como rehén.
La joven se bañaba, durante las noches sin luna, desnuda en el mar y los hombres que osaron observar dicha escena terminaron perdiendo la cabeza. Por este motivo se creía que la joven era una especie de djina, capaz de hechizar a cualquier varón que se atreviera a mirarla.