¿Por que los cuervos son negros?
Una vez, el Sol, mientras cumplía su ronda diaria, vio a una princesa y se enamoro de ella. Siempre que podía escabullirse de los cielos, tomaba forma humana y visitaba a la princesa para pasar juntos algún tiempo. La princesa enamoro se encariño de el, y esperaba con ansias sus visitas.
Un día el Sol decidió enviarle un rubí del color de la sangre como una muestra de su amor. Puso la gema en una bolsa de seda, llamo a un cuervo que pasaba y le encomendó que le entregara la joya a su amada. Los cuervos tenían las plumas blancas como la leche en aquella época, y era considerado auspicioso que un cuervo se acercara a una persona. Así que el Sol estaba complacido de haber encontrado un cuervo para entregar la joya.
Mientras el cuervo volaba por los cielos con la bolsita de seda en el pico, fue alcanzado por un irresistible aroma a comida. Al mirar hacia abajo, vio que estaba sucediendo un gran banquete de bodas e inmediatamente se distrajo de su misión. La comida era una de las cosas que nunca había podido resistir. Así que aterrizo en un árbol cercano, colgó la bolsa de seda de una rama, y se fue a ver si encontraba algo de comer.
Mientras el cuervo estaba festejando, un mercader que pasaba vio la bolsita colgando de la rama y la hizo caer al suelo con un palo. Cuando abrió la bolsa y vio su contenido, casi se desmayo de felicidad. Rápidamente guardo la joya en el bolsillo y lleno la bolsa con un poco de bosta seca. Luego volvio a colgar con mucho cuidado el paquete de la misma rama.
Paso todo tan rápido, que el cuervo se perdió toda la acción. Después de haberse llenado de comida, voló de vuelta al árbol, tomo la bolsa de seda, y se la llevo a la persona a la que estaba dirigida. La princesa estaba en el jardín.
Cuando el cuervo le dio el paquete, la princesa lo tomo con impaciencia, pues sabía que se lo enviaba el Sol. Pero cuando vio su contenido, se echo atrás por el espanto y se tambaleo por el enojo. Creyendo que era la manera del Sol de decirle que ya no la quería, arrojo la bolsa y corrió a palacio, del cual nunca mas volvió a salir.
Cuando el Sol se entero de lo sucedido, se puso furioso. Tan terrible fue su enojo, que cuando poso su mirada ardiente sobre el cuervo, se quemaron sus plumas hasta quedar como el carbón. Desde entonces las plumas de los cuervos siempre han sido negras.
La historia continua relatando que el rubí no permaneció en poder del hombre que lo robo. Se le cayo del bolsillo y rodó hasta un hoyo muy profundo. Los hombres han intentado encontrarlo desde entonces. Muchas piedras preciosas han sido encontradas en el proceso, haciendo de Myanmar una de las mas ricas fuentes de rubíes y zafiros. Pero el rubí que el Sol envió a la Princesa aun no ha sido encontrado.